Nos levantamos muy temprano, queríamos tener la mejor ubicación. Cuando llegamos, el lugar estaba lleno, no había espacio para más gente. Saqué la cámara, tomé la primera foto y se me acabó la batería… entonces supe que sería un gran día.
El 22 de julio del año 2009, se produjo un eclipse solar total que fue visto en el norte de la India, en el este de Nepal, el norte de Bangladesh, Bután, el norte de la punta de Birmania, China central y el Océano Pacífico. Fue visto en su totalidad en ciudades como Surat, Varanasi, Patna, Thimphu, Chengdu, Chongqing, Wuhan, Hangzhou y Shanghái.
Estábamos en un bote, en el medio del Río Ganges, éramos cinco. Al frente, teníamos la ciudad de Varanasi y sus Ghats (Balnearios). Arriba, la luna estaba a punto de interponerse en esa línea imaginaria que unen el sol y la tierra. Unos minutos más tarde, todo se empezó a oscurecer, los 5 millones de hindúes que esperaban a orillas del Río gritaban desesperados, yo tenía piel de gallina. Cuando se hizo completamente de noche, mire con mis ojos desprotegidos hacia el cielo, y vi un perfecto anillo de fuego alrededor de la luna, (que en esta ocasión no era blanca, sino negra).
El Ganges es un río sagrado que cruza el Norte de India. Los hindús creen que sus aguas tienen el poder de limpiar el karma. Debido también a su importancia religiosa, en los balnearios se creman muertos y se lanzan las cenizas al rio. Lo curioso, es que el Rio Ganges tiene las aguas más contaminadas del mundo. Para los hindús un eclipse de sol representa un mal karma.
Cuando la luna dejo de estar entre el sol y la tierra, Varanasi se comenzó a iluminar lentamente. El muchacho que remaba nuestro bote se sacó la ropa y saltó al río. Yo comencé a hacer lo mismo, me saque la polera y las zapatillas, mientras mis compañeros de bote mi miraban con terror.
Mis compañeros: “Que vas a hacer?”
Yo: “Voy a saltar”
Mis compañeros: “Tú estás loco!!!! Son las aguas más contaminadas del mundo, seguro te enfermaras y se te va a caer la piel!!!”
Yo: “No me importa”
Cuando salte de cabeza, cerré los ojos y no abrí la boca. Después de cuatro segundos salí a la superficie y abrí los ojos… extrañamente me sentí limpio, como si hubiese vuelto a nacer.
